Frente a la indolencia: habitar poéticamente
Resumen
Paterson (2016).
Dirección: Jim Jarmusch.
Cuando eras un niño, no sabías con exactitud dónde terminaba una cosa y dónde comenzaba su sombra. Sin trazos precisos ni contornos definitivos resultaba demasiado fácil extraviarse en la parte visible del mundo. Pero los años pasan, el cuerpo se templa y pronto aprendiste a calcular la distancia que te separa de los objetos. Incluso aprendiste un poco de geometría en la escuela y ahora sabes que son tres las dimensiones de la materia: Height, width and depth... like a Shoebox. Pero luego escuchaste que hay una cuarta dimensión: time... Hmm... Va a ser complicado; si atiendes al espacio, el tiempo se estanca, tiene que hacerlo, las figuras geométricas no tienen historia; en cambio, cuando privilegias el tiempo, los espacios pierden su dignidad milimétrica y comienzan a borrarse de la memoria y de la faz de la tierra. Aunque olvidar tiene sus ventajas, el tiempo deforma todo lo que se encuentra a su paso y lo reduce a ruina arqueológica. Por eso hay quienes prefieren vivir conforme al espacio, se adaptan a las leyes de la extensión y buscan sitios firmes para enraizar. Quietos, sobrios, y receptivos; son seres de repetición que miran más de lo que actúan y escuchan más de lo que hablan. A veces ríen a solas; como Paterson, un conductor de autobús que ha logrado detener el tiempo a través de la rutina, o mejor dicho, lo ha espaciado.