Ojopineal. Cine y pensamiento

Surrealismo en México frente a la reificación

Josué Hernández — 2024-07-12

La fórmula secreta (1965).

Dirección: Rubén Gámez.

Existe una declaración trillada, aunque no documentada, de Salvador Dalí sobre un aspecto singular de nuestro país: “De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas”. Aunque para algunos ha sido motivo de controversia tal declaración, es verdad que su uso se concentra para entender con gracia lo extravagante de un suceso. Un amplio historial demuestra que muchos artistas surrealistas han visto en nuestra nación tal particularidad bizarra como un aspecto meramente cotidiano (Ayala, 2021); el humor, el arte y la vida diaria revisten esa naturaleza híbrida; no es baladí que el mismo André Breton, en su visita por diferentes estados declaró que es el país más surrealista.

Ensueños nocturnos

Daniela Flores Ugarte — 2024-07-12

La hora del lobo (1968).

Dirección: Ingmar Bergman.

A finales de los años sesenta Bergman realizó una de las películas que, por su alto contenido simbólico, puede ser etiquetada como una de las más oscuras y enigmáticas, no solo de su carrera cinematográfica, sino también dentro del llamado cine de autor y de las diversas manifestaciones del cine de horror. Su cine abarca, primordialmente, los problemas con los que los seres humanos nos enfrentamos día a día: cuestiones como vida, muerte, tiempo, existencia, identidad, arte y amor, por mencionar algunos. Ingmar recurre en este film –al menos eso se deja insinuar– al horror como género narrativo que muestra el sentimiento de angustia expresado en los rostros de los actores que encarnan sus personajes.

Dos minutos en el infierno

Pável Luna Méndez — 2024-07-12

El infierno (2010).

Dirección: Luis Estrada.

En ocasiones un fragmento mínimo de una obra es suficiente para comprender e interpretar su contexto, su intención y toda su narrativa. Ese es el caso de la secuencia de escenas que van del minuto cincuenta y ocho con treinta y cuatro segundos al minuto sesenta con treinta y cuatro segundos, de la cinta de Luis Estrada, El Infierno (2010).

Angustia y absurdo

Gyssel Partida — 2024-07-12

Todo en todas partes al mismo tiempo (2022).

Dirección: Daniel Scheinert y Daniel Kwan.

Amores fugaces

Melissa Fernanda Márquez Hernández — 2024-07-12

Un verano con Monika (1953).

Dirección: Ingmar Bergman.

El filme de Bergman Un verano con Monika retrata la historia de un amor fugaz. Durante aproximadamente una hora y media narra la historia de Monika; una joven que vive junto con sus hermanos y sus padres en un pequeño departamento y trabaja en una tienda de vegetales. Por su parte, el coprotagonista, Harry un muchacho de 19 años, trabaja en un almacén de porcelana y vidrio. Ambos se conocen en una cafetería cerca de sus trabajos y rápidamente quedan enamorados, la película nos muestra a dos jóvenes que se comprenden de manera instantánea, pues ambos son hostigados en su trabajo y se sienten incomprendidos, todo ello surge durante el verano, sin dudarlo, tras una discusión de Monika con su padre decide fugarse con Harry, toma sus maletas y huyen comenzando una aventura apasionada. Toman el barco del padre de Harry y se embarcan a disfrutar de un prematuro amor.

Hilando un futuro narrativo

Zvezda Ninel Castillo — 2024-07-12

Tu nombre (2016).

Dirección: Makoto Shinkai.

¿Qué hay de extraordinario en otra historia de providenciales adolescentes intercambiando cuerpos y a travesando los márgenes de la normalidad para salvarlos a todos? Argumentalmente, la película que en 2017 conquistó récords ordinariamente destinados a los altos mandos de la animación nipona, no es algo nuevo bajo el sol de oriente.

Fuente de las imágenes

Diego Ulises Alonso Pérez — 2024-07-12

Apuntes en torno al cine experimental de Daniel Valdez Puertos

Alexander Ganem — 2024-07-12

Al mirar los cortos experimentales del artista visual y curador Daniel Valdez Puertos (México, 1984), la emergencia de una mediación problematizadora se muestra como posibilidad puesta para la reactualización de la experiencia perceptiva. Una que va entre la senda perceptiva del cine como globalidad, espiritual y metafísica (senda de lo sintiente), y aquella otra, investigativa de los elementos condicionantes de la base perceptiva, hecha de interrupciones puestas como horizonticidad deconstructiva que contemporiza con los elementos de la puesta cinematográfica (senda de lo sentido). Reminiscencias de una estética que bien podría ser tarkovskiana, por un lado, e indicios de una reapropiación de las interrupciones godardianas por el otro.

La historia de una época

Karla Mayahuel Castillo Hernández — 2024-07-12

Christiane F. (1981).

Dirección: Ulie Edel.

El director Ulie Edel cuenta una cruenta historia de drogadicción empapándonos del ambiente de la Berlín de los setenta. Las luces neón envuelven las escenas, la visión se vuelve nubosa a ratos, el metro es el escenario principal en donde Christine y su grupo de amigos conjuntan historias. Niños que se entregan al dulce ardor de la droga entrando en sus venas; niños extasiados con el pinchazo de sus brazos, de sus dedos, de cualquier parte del cuerpo donde el dulce aturdimiento tenga entrada; niños cuya vida está regida por una lucha constante y sanguinaria por conseguir más heroína. Todo ocurre Hoy, porque quizá decir Mañana sea un exceso.

Kathryn Bigelow, lectora de Mark Boal

Antolín Ruíz — 2024-07-12

Cuando Luisa, su peluquera de confianza, le corta el pelo al escritor Hugo Savino, desgrana con extraordinaria pasión el último libro betseller del momento. Creo que Luisa se ha ganado dicha confianza por el tipo de lectora que demuestra ser en cada corte de pelo y no tanto por sus habilidades estilísticas. Además de la relación mercantil, sólo comparten la pasión por la escritura. El oficio de traductor y escritor de Hugo Savino está configurado por escritores, a diferencia de los escritores que lee Luisa, que jamás han sido aceptados en la exclusiva mesa de novedades. Es una diferencia sin importancia. Que la anécdota de Luisa y Hugo Savino la haya leído en más de una ocasión, con distintos matices, lo demuestra. Hugo Savino me recuerda al escritor Néstor Sánchez cuando decía que leía, con igual pasión y disciplina, a los escritores que admiraba y a los escritores que le resultaban indiferentes. Hay que saber lo que uno quiere y no quiere para su escritura, decía Néstor Sánchez. Cuando leyó a Mark Boal, Kathryn Bigelow tenía siete películas en su historial, esparcidas en casi veinte años de trabajo cinematográfico.